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La inmigración en España: expertos aseguran bajo impacto en salarios y empleo

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En medio de un creciente debate sobre los efectos de la inmigración en el mercado laboral español, un nuevo estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) contradice las percepciones más pesimistas que sugieren que los trabajadores migrantes arrebatan empleos a los nativos. El informe, publicado este martes, asegura que los efectos de la inmigración sobre el mercado de trabajo en España son moderados y, en muchos casos, incluso positivos. Según el estudio, los inmigrantes tienden a especializarse en tareas y ocupaciones distintas a las de los nativos, lo que contribuye a una relación complementaria y reduce la competencia directa entre ambos grupos.

El informe, liderado por el profesor Ismael Gálvez Iniesta de la Universitat de les Illes Baleares, se enfoca en evaluar los efectos de la inmigración en los salarios y el empleo en España, destacando que, aunque hay sectores específicos que pueden experimentar una leve presión debido a la llegada de trabajadores migrantes, los efectos globales sobre la economía suelen ser pequeños o incluso favorables. El estudio subraya que la inmigración, en ciertos contextos, ha jugado un papel positivo en la estabilización del mercado laboral español, especialmente en períodos de crisis económica.

La influencia moderada de la inmigración en el trabajo y los sueldos

A lo largo del estudio, Gálvez Iniesta argumenta que la inmigración puede tener un pequeño impacto sobre los salarios y el empleo de los trabajadores menos calificados, especialmente en regiones donde la competencia por trabajos similares es alta. No obstante, los efectos generales en el mercado laboral suelen ser más moderados y, en muchos casos, beneficiosos. La investigación resalta que la inmigración puede aumentar la disponibilidad de empleos y mejorar el bienestar general del entorno laboral del país.

En situaciones de crisis económica, como la Gran Recesión, la inmigración también ha ayudado a mitigar el impacto negativo sobre el empleo, al introducir trabajadores que han cubierto vacíos en el mercado laboral, especialmente en sectores como la construcción, los servicios y la agricultura. La mayor parte de los estudios revisados en el informe coinciden en que la inmigración ha favorecido la economía de manera indirecta, ayudando a reducir el desempleo entre los nativos y ofreciendo nuevas oportunidades de trabajo.

Asimismo, las aproximaciones empíricas empleadas en la investigación, las cuales tienen en cuenta elementos como el reemplazo entre trabajadores locales y extranjeros, junto con la especialización en distintas profesiones, también indican efectos pequeños pero favorables de la inmigración en el empleo y los salarios. Esto se explica porque los inmigrantes, en numerosos casos, complementan a la fuerza de trabajo actual en vez de competir directamente por los mismos puestos. Esta complementariedad disminuye la competencia directa y permite que ambos grupos (locales y extranjeros) encuentren nichos específicos dentro del mercado laboral.

Cambios en las tendencias del impacto migratorio en distintas etapas

El informe también examina la evolución del efecto de la inmigración en el mercado de trabajo español durante las últimas décadas. Entre 2005 y 2013, la inmigración tuvo predominantemente resultados positivos, impulsando la generación de empleo y la estabilidad laboral. No obstante, desde 2014, las tendencias han variado, y el impacto ha sido más negativo, aunque de forma leve. Este contraste, según el autor, puede ser atribuido a diversos factores, tales como los cambios en la composición de los flujos migratorios, el contexto macroeconómico y la etapa del ciclo migratorio de los distintos grupos de inmigrantes.

A pesar de este cambio en las tendencias, el estudio concluye que el impacto global de la inmigración en el empleo de los nativos sigue siendo moderado y que, en general, los beneficios superan a los posibles inconvenientes. Esto sugiere que las políticas migratorias deben tener en cuenta estos factores contextuales, adaptándose a las circunstancias económicas cambiantes y buscando maximizar los beneficios de la inmigración para la sociedad en su conjunto.

El cambio sociológico de la población inmigrante en España

Un aspecto relevante que destaca el informe es el crecimiento significativo de la población inmigrante en España en las últimas décadas. Desde 1990, cuando había apenas 800,000 inmigrantes en el país, hasta 2024, cuando se espera que la cifra alcance los 9 millones, la población extranjera ha pasado a representar el 18.5% de la población total de España. Este aumento ha sido una de las transformaciones sociológicas más importantes en la historia reciente del país, lo que subraya la relevancia de la inmigración en la conformación de la sociedad española.

El informe además destaca que la integración de inmigrantes en el mercado laboral ha sido fundamental para promover el desarrollo económico en diversas zonas de España, particularmente en regiones con reducidas tasas de natalidad y un alto envejecimiento de la población. La inmigración ha contribuido a cubrir carencias de empleo en sectores esenciales, tales como la hostelería, la agricultura y los servicios de salud, donde se requiere personal joven y adaptable.

La inmigración como elemento adicional y beneficioso para el mercado laboral

El reporte de Fedea rebate los temores extendidos de que la inmigración suponga un impacto negativo considerable en el mercado laboral español. En vez de quitar puestos a los locales, la inmigración ha demostrado ser un elemento adicional que contribuye a incrementar la competitividad y la estabilidad del mercado de trabajo, particularmente cuando los inmigrantes suman capacidades diferentes a las de los trabajadores locales.

Aunque hay diversos retos vinculados con la introducción de empleados migrantes, especialmente en términos de competencia en ciertos sectores particulares, la influencia general de la inmigración en España resulta bastante positiva. Con políticas apropiadas y una integración adecuada de los inmigrantes en el ámbito laboral, España puede continuar aprovechando los beneficios positivos de la inmigración para potenciar su economía y preservar la estabilidad social.

Por Otilia Adame Luevano